Los pictos son el segundo grupo principal de pueblos bárbaros que existen, tanto en Ghregis como en otras realidades del Multiverso. Al contrario que los propios bárbaros, el pueblo picto es extremadamente inteligente, diestro en múltiples formas de arte y dotado de una gran sensibilidad. Sin embargo, gozan viviendo de manera similar a como lo hacían sus antepasados, a los cuales siguen venerando como si de dioses se trataran. Éste es uno de los motivos por lo que reciben el término bárbaro aunque sin serlo directamente: sus costumbres pueden ser consideradas bárbaras y primitivas por otros pueblos del sur cuando, en realidad, simplemente adoran las tradiciones y disponen de centenares de rituales y supersticiones que respetan con todo su corazón.
En general, los pictos son físicamente atléticos. De tez ligeramente tostada, el cabello de la gran mayoria es pelirrojo o castaño. Lucen decenas de tatuajes tribales con complejos entramados en la mayor parte de su cuerpo. Como ya se ha dicho, dominan la mayor parte de las formas de arte como la música, la artesania o la pintura. Viven de manera tradicional, en sencillas aldeas con chozas de madera y dominan el más avanzado arte de la forja; al contrario que los bárbaros.
Apasionados de las montañas del norte, apenas abandonan sus regiones ancestrales y mantienen una antigua amistad con los elfos de Arlesis desde tiempos inmemoriales; aunque se ha enfriado con el paso de los siglos. De dicha amistad aprendieron el arte de construir arcos y aún conservan los conocimientos adquiridos para ser formidables arqueros. Tiempo ah guerrearon con los bárbaros y los badroks para evitar ser expulsados de unas tierras que consideran cedidas por sus antepasados. Al contrario que los bárbaros, el pueblo picto sí puede desarrollar la magia y no han sido pocos los hechiceros que han acabado estudiando en la Cúpula Blanca; entre ellos el joven Inghowth (el miembro más joven del Consejo Arcano hasta la fecha).
Aman la paz y el arte, sin embargo, también aman la guerra. Por mero placer, de vez en cuando se enzarzan en contiendas con comunidades pictas vecinas; la mayoria por conflictos absurdos, como por ejemplo: derechos de nacimiento, atentados al honor o a la memoria de un antepasado y conflictos similares. El honor entre pictos es motivo de orgullo y són capaces de morir por ello. Es tan arraigada la música en su sangre que, a menudo entran en combate con sus mandolinas, sus gaitas, sus violines, sus flautas y sus tambores, entonando melodías rápidas y de gran simbolismo ancestral, capaces de reducir la moral de sus enemigos.
Como ya se ha dicho, los pictos sí pueden desarrollar la magia, al contrario que los bárbaros. Por esa razón, el pueblo bárbaro evita entrar en territorio picto e intenta que no haya conflictos entre ellos. Por la misma razón, los pictos són conscientes que lo único que mantiene la paz entre ambos pueblos es ese miedo por la magia que los bárbaros no pueden desarrollar. Sin embargo, saben también que los bárbaros son un pueblo peligrosísimo en combate y no es conveniente entrar en guerra con ellos.
De hecho, la nación de Balthior fue fundada por miembros del pueblo picto que decidieron abandonar su estilo de vida tradicional, abrazando la modernidad del resto de pueblos de Ghregis. Durante varias generaciones hubo diversos intentos de convertir a todos los pictos y todos ellos terminaron en épicas batallas sin resultado. Su obstinación y su respeto a las tradiciones ancestrales fue tal, que los monarcas de Balthior optaron por no inmiscuirse en su estilo de vida y decidieron expandirse por el este, conquistando territorio a los badroks, con los que se enzarzaron en guerras que duraron varios siglos. Auque ésta es otra historia.
-Apariciones: Lejos queda el amanecer
Después de hacerse el silencio
-Color de ojos: claros
-Color de cabello: castaño o pelirrojo
-Altura media: 175 cm
-Raza: humana
-Complexión: atlética
-Ubicación: El norte del continente de Ghregis
Etiquetas: Inghowth, Bárbaros, Humanos, Lejos queda el amanecer, Después de hacerse el silencio
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