Raiklan fue miembro de la Orden de los Caballeros de Beldor. Ocupaba el rango de suboficial, hasta que la muerte de la princesa Julien de Bieran significó el fin de su carrera.

Raiklan y Julien mantuvieron una relación sentimental durante unos pocos años. Consiguieron mantenerla en secreto, ya que la princesa estaba prometida, su enlace era inminente y, de hacerse pública, hubiera significado el fin de la carrera de Raiklan como Caballero y la deshonra de la propia princesa, así como la de su padre, el rey Berik II de Bieran.

Después de su muerte, Raiklan fue juzgado por negligencia y por traidor. Fue condenado a muerte y solo la intervención del rey Edeltohn de Eldaria lo salvó de la horca. Desterrado de su querida Eldaria y sin el abrazo de la mujer a la que amaba, pasó los siguientes años vagando por el mundo, castigado por la culpa de la muerte de Julien y suspirando por un deseo de venganza que no creyó ver nunca satisfecho.

Hasta que conoció a Taldhim y decidió acompañarlo en su búsqueda del libro perdido de Saldora, guiándolo hasta las mismísimas entrañas de Eldaria y arriesgándose a ser visto, reconocido y ejecutado por los Caballeros de Beldor a los que antaño perteneció.