Se dice en Ghregis que los dragones fueron la primera raza que crearon los dioses, antes incluso que a los
elfos, los enanos o los humanos. Perseguidos durante eones, los pocos centenares que quedan sobreviven apartados
del mundo: en lo alto de montañas inaccesibles; como son las de Kedder o los Montes Perdidos o en las Tierras Baldías.
Los dragones, al igual que los elfos y los elghars, solo pueden concebir un hijo. Un único huevo puesto por la
hembra al alcanzar su mayoria de edad (unos 130 años aproximadamente) y fecundado por un macho con el que apenas
cortejan.
El proceso de incubado del huevo dura aproximadamente 20 años, y durante este tiempo la madre no se
mueve de su lado, durmiendo un sueño aletargado hasta que la cáscara se rompe y el pequeño dragón nace. La temperatura
que el huevo de dragón necesita para desarrollarse tiene que ser elevada. Así que todo el proceso se suele hacer el
lugares de calor extremo; normalmente cerca de volcanes como los existentes en las Tierras Baldías o cerca de
chorros de aguas termales a temperaturas cercanas a la ebullición.
Los dragones son solitarios y prefieren dormir en sus cavernas, antes que inmiscuirse en los asuntos de los pobladores
del mundo. Actualmente ya no son perseguidos debido a su decisión de vivir lejos de los pobladores del mundo. Sin embargo
su número es muy reducido y temen desaparecer como especie.
Circulan leyendas que postulan que en las regiones hinóspitas de las Tierras Baldías; así como en las más altas cumbres de los Montes Perdidos, se pueden encontrar dragones que escupen aliento de hielo capaz de congelar a cualquiera en apenas unos segundos. Este tipo de dragón es muy poco frecuente y son muy escasos los testigos que han afirmado toparse con alguno, a lo largo de la historia de Ghregis.
Antaño era muy habitual que los dragones fueran instruidos en el arte de la hechicería. De hecho, los dragones fueron la
primera raza que la desarrolló. Actualmente, debido al descenso de dragones en el mundo y a la consecuente reducción de
sus interacciones, el arte de la hechicería entre dragones ya no se difunde y cada vez quedan menos dragones capaces de
conjurar la Magia.
Aunque los dragones de los Reinos de la Luz son muy similares en características a los dragones de Ghregis, existen
marcadas diferencias que es necesario considerar. Los dragones fueron creados por Malador, al inicio de la llamada
Guerra de la Luz.
Fueron la última de las grandes razas creadas por los dioses, aunque sin el beneplácito de los
restantes. Jugaron un papel vital en la expansión de las tropas oscuras de Malador, formadas por hurgos y badroks
y fueron todos ellos encerrados por Saldora al final de su enfrentamiento, junto con Malador, por supuesto.
Al contrario que los dragones de Ghregis, los dragones de los Reinos de la Luz rinden pleitesía absoluta a su señor.
Son su mano derecha; los ejecutores de su mandato y haran todo lo posible por llevar su decreto a todos los confines
de los Reinos de la Luz.
-Apariciones: La forja del destino
Forjado en lágrimas
Forjado en sangre
Después del crepúsculo
Antes del alba
Lejos queda el amanecer
Después de hacerse el silencio
Más allá del olvido
-Color de ojos: Los ojos de un dragón pueden ser
de cualquier color
-Color de escamas: Verde, azul, rojo
blanco, negro, pardo, dorado, plateado
-Envergadura: Un máximo de 40 metros;
aunque los dragones actuales son algo más pequeños
-Esperanza de vida: Entre los 400 y los 900 años
-Rasgo identificativo: Cuerpo acorazado
Lanzan fuego o hielo por sus fauces
Capaces de desarrollar habilidades arcanas
-Nación: Ghregis perteneció a los dragones.
Ahora son parias sin patria ni tierra.
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