Los elghars son la raza de mi invención preferida. Amigos de lo ajeno y siempre dispuestos a vivir aventuras, el mejor regalo que se le puede hacer a un miembro de esta raza es contarle una buena historia. A los elghars les encantan las historias. Tanto que se las cuenten como narrarlas ellos a todo aquél dispuesto a escuchar; aunque también es cierto que muy pocos hay dispuestos a compartir correrías con un elghar, ya que su fama es digna de estudio.
Como primos de los elfos, los elghars comparten similitudes físicas; aunque son de tez tostada y bastante más bajos. Esbeltos, ágiles y flexibles, suelen ganarse la vida como acróbatas. Són despreocupados y viven al día; experimentándolo todo como si fuera una aventura. Y la muerte es para un elghar la mejor de las aventuras, por esa razón la diosa Fortuna, deidad a la que los elghars rinden culto, la dejó para el final.
De pelo rubio, castaño o rojo, difícilmente alcanzan el 1,55 metros de alto. Delgados y esbeltos, son hábiles con las manos y de dedos ágiles y rápidos. Amigos de lo ajeno, aunque sin mala intención ni malícia, ya que un elghar es incapaz de sentir emociones como la codicia, el odio o el deseo de venganza.
Ven el mundo como lo vería una criatura de cinco años; como si todo fuera nuevo, aunque lo hubiera visto mil veces con anterioridad. De carácter alegre y jovial, es muy raro ver a un elghar fruncir el ceño o experimentar emociones como la tristeza o la rabia. Para un humano, el mayor defecto de un elghar (exceptuando su amor por lo ajeno), es su necesidad de socializar. Necesitan hablar y que les escuchen: contar historias, experiencias o vivencias; tienen la necesidad de ser el centro de atención. Aunque no son conscientes de ello porque no es una necesidad que tienen que satisfacer, sinó que simplemente es como son. Del mismo modo que no se le puede pedir a la lluvia que no moje, no se le puede pedir a un elghar que se calle.
Al igual que los elfos o los dragones, las hembras de esta raza únicamente pueden concebir a un descendiente. Es una de las razones por las que hay tan pocos elghars por Ghregis o los Reinos de la Luz, y se dice que fueron usados durante mucho tiempo como ofrendas en rituales de sacrificio; sobretodo por parte de badroks y algunas razas bárbaras de pictos del norte de Ghregis.
Los elghars de Ghregis tienen un carácter y un modo de ser más estereotipado y extremo que los iniciales que desarrollé para "Forjado en lágrimas: La forja del destino".
-Apariciones: La forja del destino
Forjado en lágrimas
Forjado en sangre
Antes del alba
Lejos queda el amanecer
La piedra de la creación
La sangre de los condenados
-Color de ojos: Verde, azul o avellana
-Color de cabello: Pelirojo, rubio oscuro
o castaño claro
-Altura: 155 cm como máximo
-Esperanza de vida: Alrededor de los 200 años.
Ha habido elghars que han alcanzado los 300
-Complexión: Esbelta
-Rasgo identificativo: Extremada agilidad y flexibilidad
Rasgos infantiles, movimientos de manos rápidos, más que el ojo humano
-Nación de origen: Los elghars de Ghregis no tienen nación.
Son parias y nómadas
Los elghars de los Reinos de la Luz son originarios de Ighar
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