Las montañas que reciben el peculiar nombre de Montes Perdidos es la cordillera montañosas de mayor extensión del continente de Ghregis. Se inicia al norte de Maronia; en la confluencia de cuatro regiones: Asthroth, las regiones orientales, la misma Maronia y las Tierras Baldías. A su vez, se extiende transversalmente de sur a norte hasta morir en la base de las montañas de Kedder. Si le preguntaran a un enano dónde terminan los Montes Perdidos y empieza Kedder diría que es al reves, que són los Montes Perdidos los que empiezan donde termina Kedder. Así que, definir donde terminan unas cumbres y donde terminan otras es una mera cuestión subjetiva. También es importante remarcar que delimitan con las Tierras Baldías por toda su vertiente este.
Teniendo en cuenta que los Montes Perdidos no solo es la extensión montañosa más grande, sinó que sus montañas son también las más altas del continente, resulta paradójico que sean llamadas Montes Perdidos. Para alguien ajeno a la región, poner similar nombre solo podria tratarse de una broma de alguien con un peculiar sentido del humor.
En realidad, se cuenta que el término Montes Perdidos tiene su origen en la traducción a la lengua común de su nombre en el antiguo idioma de los dragones, que no trataremos aquí. Curiosamente, la ubicación de dicha cadena montañosa, sus diversas crestas paralelas de norte a sur y su peculiar estructura de piedra, nieve y hielo, inciden y forman una confluencia de vientos muy poco habitual que provocan en la región fenómenos meteorológicos extremos muy a menudo: como nevadas, ventiscas y nieblas espesas. Provocando que tan impresionante cordillera llegue a desaparecer literalmente de la vista en apenas unos segundos.
La estructura montañosa de los Montes Perdidos es tan peculiar que resulta extremadamente difícil recorrerla a pie de sur a norte o de norte a sur; ni siquiera en verano. Un glaciar permanente cubre la cara norte de la mayoría de picos, extendiéndose a su vez alrededor de los picos vecinos y no han sido pocos los viajeros que han perdido la vida buscando los secretos que las leyendas cuentan que muchos de esos picos ocultan.
Tal vez sea por su extrema complejidad orográfica que los Montes Perdidos ocultan entre sus cumbres dos portales a otros lugares del Multiverso: El Oráculo de Fherdh, situado en la confluencia de múltiples realidades en el que el velo que las separa es más delgado y La cueva del Suspiro Eterno, donde algunos eruditos y hechiceros afirman que se oculta una de las cuatro llaves que custodian la mítica Piedra de la Creación. Estos son dos de los portales cuya ubicación se conoce o se sospecha. El acceso al Oráculo de Fherdh fue descubierto por los primeros elfos que abandonaron la seguridad de Arlesis en una época en la que los hombres apenas empezaban a caminar; ubicación que, actualmente, nadie recuerda ya. Sin embargo, la Cueva del Suspiro Eterno es un mito que se ha ido propagando entre los habitantes de las pequeñas aldeas de campesinos y artesanos que viven a los pies de la cadena montañosa, desde el inicio de la cultura humana; aunque se dice que podría ubicarse en algún lugar del Monte Ahras, más o menos en el centro de la cordillera. Teniendo en cuenta la complejidad del Multiverso y la facilidad con la que dichos portales se crean y se destruyen, no sería descabellado pensar que puede haber otros accesos a otras realidades del Multiverso, accesos que podrían ser también bidireccionales.
Al ser una cadena montañosa de tan difícil acceso, muchos dragones, como Blackfire o Blackflame, han optado por trasladar su residencia permanente en sus cumbres, pese a la dificultad de la vida en tan extremo clima y a tan extraordinaria altura. De este modo, se mantienen alejados de los pobladores del mundo y pueden continuar con sus vidas sin temor a verlas amenazadas.
-Apariciones: Después del crepúsculo
La piedra de la creación
-Nación: Desde Kedder hasta el norte de Maronia (Ghregis)
Etiquetas: Dragones, El Oráculo de Fherdh, El monte Arhas, Cueva del Suspiro Eterno, Después del crepúsculo, La piedra de la creación
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