Los Seres Superiores

Que el Multiverso lo forman un número inimaginable de realidades es de sobra conocido por todos a estas alturas de la historia. Sin embargo, no todas las realidades del Multiverso son planos físicos como Ghregis o los Reinos de la Luz. Hay planos superiores que no estan formados por materia y, en las cuales, habitan seres que, por sí mismos, no tienen las cualidades de los seres físicos perecederos y que, por lo tanto, son imperecederos y, en cierto modo, eternos.

Estos seres reciben diversos nombres en función de su alineamiento ético y moral, así como de sus actos pasados en algunas interacciones con el mundo físico y, sobretodo, por el poder que atesoran. Muchos los llaman demonios cuando sus actos son contrarios a la filosofia inicial de mantener el Multiverso en equilibrio. Otros los llaman ángeles cuando apoyan nobles causas y luchan contra la hegemonía de los demonios. Y muchos son llamados elementales cuando no se pronuncian hacia ninguno de los dos extremos y oscilan entre ambos sin decantarse por ninguno en particular. Pero todos ellos podrían recibir el apelativo de dioses porque sus poderes y habilidades superan la comprensión de cualquier ser perecedero como los humanos o los elfos. Entre dichas criaturas imperecederas existen jerarquías que es necesario respetar, las cuales se basan en su poder y en sus logros como entidad superior. Todos ellos deben respetar la promesa de no influir libremente con las formas de vida consideradas inferiores que pueblan los confines físicos del Multiverso. Ni siquiera los seres de mayor poder, como Beldor o Garlon estan por encima de la Máxima Universal que prohibe que los dioses, ángeles, demonios y otras criaturas de equivalente procedencia interactúen con intención de influir en las acciones y decisiones de los seres mundanos. El Equilibrio del Cosmos se mantiene (entre otras razones) gracias a esta Máxima Universal. Dichos seres no pueden influir en nosotros de ningún modo y bajo ningún concepto. No pueden obligarnos a acatar su voluntad, ya que algo similar rompería el Equilibrio y podría causar estragos en los cimientos que mantienen todas las realidades en perfecta sincronía. Si una sola de las realidades del Multiverso se alterara lo suficiente, el resto de realidades caerían como un castillo de naipes o como fichas del juego del dominó, cayendo escalonadamente una tras de otra hasta destruir el Multiverso por completo. Sin embargo, no significa que los dioses no puedan influir indirectamente de un modo u otro en nosotros; se han visto miles de ejemplos a lo largo de la historia del Multiverso: Beldor creó a los Caballeros de Beldor, después de que Khroln-Malador accediera a los Reinos de la Luz. Poco después éste creó a los dragones y Beldor, Aurion y Garlos llevaron al mundo a un halcón de plumaje negro y azul para que guiara a la reencarnación de Saldora en su reencuentro con los restantes miembros de Los Cuatro. Torak extendió sus dedos desde el Inframundo a Ghregis para manifestarse ante la princesa Adriana en Werlh o de Barath... El número de veces que los dioses han mostrado su influjo en los planos físicos es casi imposible de ser contado; aunque siempre, siempre, se ha mantenido un equilibrio moral entre interacciones que ni siquiera ellos mismos pueden controlar ni predecir. Cuando un dios ha influido en el plano físico de manera positiva, otro dios ha ejercido la influencia contraria. Y al revés: cuando un dios o demonio ha influido de manera negativa, otro ha ejercido la influencia contraria. Ha sido así desde el inicio del Multiverso y seguirá siendo así hasta la extinción de la última Realidad. Es la verdad del Cosmos; es la verdadera razón del equilibrio que muchos dioses y demonios estan dispuestos a desequilibrar, por simples ambiciones o una sed de poder acorde y proporcional a su naturaleza superior a la nuestra.

Que un ser de estas características pueda llegar a ser considerado un dios y tener su propio credo es muy sencillo de conseguir. De hecho, solo en Ghregis ha habido centenares de religiones a lo largo de su historia. La gran mayoria desaparece de la misma forma en que aparecieron y apenas son recordadas siglos después. Los dioses son egocéntricos y les gusta la atención que los seres físicos les procesan. Hay que recordar que son inmortales y que el tiempo, para ellos, no transcurre como lo percibimos nosotros. Los dioses pueden sugerirnos su voluntad. Nos pueden susurrar al oído y orientar nuestros caminos. Pero siempre respetando el libre albedrío del que los seres perecederos disfrutan como una ley no escrita entre los restantes seres superiores. Y del mismo modo en que son egocéntricos, también son algo infantiles y compiten entre ellos para ver quien reúne más feligreses en un plazo determinado de tiempo. Así pasan la Eternidad que es su existencia; jugando a nuestra costa. Sobretodo los seres de menor poder, como pueden ser los elementales.

Han habido varias rebeliones en los planos superiores de realidad. Khorln-Malador fue el primero en rebelarse contra sus hermanos al considerar que la verdadera razón de ser del Multiverso había sido traicionada al crearse la primera forma de vida consciente y las restantes que vinieron después. Su caída llegó poco después de intentar hacer desaparecer a los elfos, a los enanos, a los elghars y a los humanos de la existencia; cuando Beldor, Aurion y Garlon le detuvieron en su intento y se desencadenó un combate que significó la caída de Khorln y el nacimiento de Malador el Oscuro.

Poco después fue Torak quien se rebeló contra los restantes dioses; aunque por razones y convicciones diferentes a las de su hermano. Al contrario que Malador, se procuró un ejército de otras entidades similares a él pero de inferior poder (para que nadie pudiera cuestionárselo si ganaba), y se embarcó en la que es considerada la Primera Guerra Divina. Torak, debido a su poder casi inmenso no pudo ser destruido, sin embargo Beldor y sus hermanos lograron encerrarle a él y a otros seres a los que no pudieron destruir en el Inframundo, donde permanecerá encerrado hasta el mismísimo Fin de los Tiempos.

Otros dioses fueron destruidos por Beldor o sus hermanos, ya que, aunque sean eternos, no son de ningún modo inmortales. O podría decirse que, aunque sean inmortales no son en absoluto eternos. Aunque son criaturas que no se rigen por los parámetros físicos de la Realidad, tienen que acatar otros parámetros que, de un modo u otro, también les limitan. Como, por ejemplo, el libre albedrío de los mortales.

Hay que tener en cuenta que todo ser superior, si accede a cualquiera de los planos físicos del Multiverso y lo haga como lo haga, deberá regirse por sus reglas físicas y sus capacidades estaran limitadas de algun modo. Por dicha razón la mayoría de seres superiores se manifiestan adquiriendo forma física, ya que les resulta más sencillo adaptarse a la Realidad, que modificar el universo a su alrededor para afectarlo lo más mínimo.

-Apariciones: La forja del destino
Después del crepúsculo
El orbe de cuarzo azul
La piedra de la creación
La sangre de los condenados
Antes del alba
Lejos queda el amanecer
Más allá del olvido
-Raza: Dioses
-Lugar de origen: Los Planos Superiores.

Etiquetas: Malador el Oscuro, Torak, Endora, Molokh, Edelynn, El Multiverso, La forja del destino, El orbe de cuarzo azul, La piedra de la creación, La sangre de los condenados, Antes del alba, Lejos queda el amanecer, Más allá del olvido

Los Seres superiores

Contacta conmigo